Descendientes de una loca de amor

Isabel y Fernando, Reyes Católicos, tuvieron una hija en 1479 llamada Juana.
Juana se casó con Felipe de Austria, con el que tendría seis hijos.
La primera hija, Leonor (1498) que se casó con Manuel I de Portugal con el que se quedaría viuda y tuvo que casarse con Francisco I de Francia.
El segundo hijo, Carlos (1500), que su parto fue provocado por un ataque de celos en una fiesta.
La tercera hija, Isabel (1501), contrajo matrimonio con Christian II de Dinamarca y se convirtió reina de ese mismo país.
El cuarto descendiente fue Fernando (1503) del cual en el futuro se convertiría en emperador de Alemania y rey de Hungría y Bohemia.
Después de esto a Juana la empezaron a tratar de loca cuando Felipe fue a Flandes y muriera su madre, siendo ella coronada como reina de Castilla.
En 1505 tuvo otra hija llamada María quien se casaría con Luis de Hungría y Bohemia.
En 1507 murió Fernando al beber agua helada y cayendo enfermo donde no se curó nunca.
Este mismo año nació Catalina, la ultima hija de Juana quien se casaría con Juan III de Portugal.
Juana, al mostrar señales de locura avanzada fue encerrada en Tordesillas en 1509, donde seria su hogar hasta su muerte en el año 1555.